Hoy tenemos la responsabilidad de tomar iniciativas, de anticiparnos

Desde nuestros inicios, en Dos Grados trabajamos para responder a los retos que nos plantea la transición energética.

Por ello, además de nuestra cartera diversificada de activos reales sostenibles en proyectos de generación eléctrica de origen renovable, también apostamos por otras áreas de crecimiento acordes a nuestra estrategia de sostenibilidad, que contribuyan a una transición ecológica justa y eficaz.

Almacenamiento energético

No podemos gestionar el sol y el viento, pero sí maximizar la integración de las energías renovables potenciando el almacenamiento.

Reservar energía

Reservar energía y utilizarla de manera controlada será esencial en un futuro cercano. No podemos gestionar el sol y el viento, pero sí maximizar la integración de las energías renovables potenciando el almacenamiento.

Los sistemas de almacenamiento solo podrán desarrollarse si contamos con una normativa que apueste claramente por ello y una planificación de redes eléctricas adecuada que los tenga en cuenta.

El almacenamiento representa además una oportunidad de liderazgo tecnológico, fortalecimiento de la industria, creación de empleo y reducción de la dependencia exterior.

¿Qué es el almacenamiento energético?

Tecnología para almacenar la energía renovable sobrante y poder suministrarla cuando se requiera en momentos de poca producción o alta demanda.

Es un pilar clave y necesario para la transición energética y la descarbonización del sistema eléctrico. Las energías renovables —no gestionables, debido a que no se puede controlar cuando hace sol o viento— requieren de sistemas de almacenamiento para evitar vertidos de energía limpia en periodos de poca demanda de electricidad. Por lo que una mejora en la forma de acumular energía resulta de vital importancia para respaldar estas tecnologías.

Principales sistemas
Los principales sistemas de almacenamiento de energía son el bombeo hidráulico, el almacenamiento térmico, las baterías de litio y el hidrógeno verde.

Hidrógeno verde

El hidrógeno puede convertirse en el combustible clave del futuro por ser accesible y versátil.

Descarbonización del hidrógeno

La descarbonización del hidrógeno es un proceso limpio y no contaminante con múltiples aplicaciones en la industria. Al ser almacenable y versátil en cuanto a uso, puede convertirse en el combustible clave del futuro.

En Dos Grados estamos seguros de que una regulación adecuada agilizará la puesta en marcha de esta tecnología, que reducirá nuestra dependencia energética global y ayudará a alcanzar los objetivos europeos y nacionales. Por eso, colaboramos con el Clúster del Hidrógeno de Castilla – La Mancha en el desarrollo estratégico de este vector energético, para impulsar y apoyar iniciativas que apuesten por la descarbonización de la economía.

¿Qué es el hidrógeno verde?

Es un gas renovable producido a partir de las energías renovables por un proceso denominado electrólisis del agua. No emite CO2, es limpio y muy versátil.

La electrólisis consiste en el proceso de descomposición de la molécula del agua en hidrógeno y oxígeno separados, en este caso a partir de electricidad de origen renovable.

Aplicaciones del hidrógeno verde

En los próximos años, el hidrógeno verde representará una parte importante de nuestro mix energético, contribuyendo a hacer más sostenible la economía y a frenar el cambio climático.

  • Combustible industrial limpio. Uso como materia prima que sustituye al hidrógeno gris derivado del gas natural, que conlleva emisiones de CO2.
  • Movilidad sostenible. Producción de combustibles sintéticos libre de emisiones para motores convencionales y vehículos eléctricos: transporte pesado, ferroviario, marítimo y aéreo.
  • Almacenamiento de excedentes de energía renovable.

Actualmente, en Dos Grados estamos identificando oportunidades en otras áreas de la transición energética relacionadas con el consumo electrointensivo como la gestión del agua, los centros de datos o el reciclaje.